Llevo un tiempo intentando priorizar mis propios proyectos y reduciendo el tiempo que dedico a clientes, como ya os he contado en emails anteriores. Es un paso arriesgado porque se reduce la facturación, pero creo que a largo plazo puede ser más beneficioso, además de sentirme más realizado.
Además, tengo varios clientes recurrentes que me dan estabilidad y me permiten no tener que estar captando nuevos proyectos, dedicando el resto del tiempo a desarrollar mi marca personal y potenciar cosas como el podcast u otros side-projects.
Aún así, cuesta decir que no a ciertas cosas, como un pack de 100 horas que me ofrecieron recientemente, al que dije que no porque me comprometía demasiado y el precio ofertado estaba por debajo de mi tarifa más económica (aunque el importe total era bastante atractivo).
Resulta que uno de estos clientes mensuales, con el que llevo trabajando años, ha decidido prescindir de mis servicios debido a la actual coyuntura internacional (les afecta en su sector). Este cliente representaba un porcentaje de ingresos recurrentes relativamente importante, algo que hay que tener siempre muy vigilado para no tener «demasiados huevos en la misma cesta».
Les he ofrecido diferentes opciones para intentar mantener la relación laboral (modificar los servicios mensuales, trabajar con paquetes de horas, o simplemente facturar tareas puntuales). Aunque no creo que sirva para mantener el servicio, es muy importante ofrecer opciones al cliente, dejando claras las ventajas y desventajas.
Este imprevisto que llega en plena reducción proactiva de ingresos, y con una niña en camino, me ha hecho plantearme si no debería olvidar mis «sueños e ilusiones», y ponerme a buscar clientes y proyectos como un loco, para poder facturar y no quedarnos con una mano delante y otra detrás.
Pues no, creo que hay que ser valiente, confiar en tus propios planes y fortalezas, y mantenerte fiel a tus principios. Pronto os presentaré uno de esos proyectos propios en el que hemos puesto mucho cariño y espero que sea parte de esta nueva vida. De momento os dejo la landing page que he preparado para el producto de automatización de Discord, apúntate si te interesa.
PD: También están volviendo los eventos (soy dj de bodas y eventos), además de que tengo ahorros que deberían permitirme vivir durante muchos meses, y mi mujer tiene un buen trabajo que también sería otra red de seguridad.
El consejo
No publiques estados de WhatsApp. Así, sin matices. Si ya es absurdo publicar en redes sociales para TODOS tus amigos, sin segmentar los destinatarios, más aún lo es compartir a toda la gente con la que en algún momento has intercambiado el teléfono.
Si sueles usar esta funcionalidad, echa un vistazo a tu agenda de contactos, y seguro que en seguida verás personas que no tendrían por qué ver esa comida del fin de semana, o esa foto de tu hija o sobrina. Bueno, quizás con los amigos de Facebook sea parecido, pero al ser recíproco, creo que tenemos más conciencia de los amigos que tenemos. Esto para otro día.
La herramienta
Os iba a recomendar Amelia que está en oferta de por vida en AppSumo, pero parece que hay un cupo de ventas y ya no está disponible. Se trata de uno de los mejores plugins de reservas para WordPress, que puedes comprar aquí.
Por otro lado, hoy te recomiendo Recess, una aplicación gratuita para Mac que te recuerda hacer descansos periódicos pudiendo incluso bloquearte la pantalla. También te da estadísticas sobre el tiempo de trabajo y de descanso en el ordenador.
Comunidad
Hoy te hablo de Íñigo Sastre y su empresa MediaSector, al que conocí en la radio en la que estuve como locutor durante varios años. En su consultora asesoran a medios de comunicación en presencia digital y streaming, y él es productor radiofónico y locutor de publicidad, menciones y cuñas.